Luciana descubrió su pasión por las manualidades desde joven. Siempre estuvo inclinada a todo lo que tenga que ver con artes visuales y fue en la universidad cuando descubrió su afición por las manualidades de cerámica y arcilla. Desde ese momento, a los 20 años, empezó a pensar en algunas fórmulas que podría usar a futuro para dedicarse íntegramente a eso, ya que por el trabajo fijo que tenía a la par, se le hacía imposible darle el tiempo a la cerámica, lo que más le apasionaba.
Terminó la carrera de gestión de modas y luego ingresó a una agencia de publicidad a un nuevo puesto laboral. Fueron años dedicados al mundo dependiente hasta que al llegar la pandemia y recibir cambios por parte de su espacio de trabajo, decide retomar la tarea en las manualidades para convertirla esta vez en el emprendimiento que tanto anhelaba desde hacía ya tiempo atrás.
Es así como a los 28 años, Luciana decide lanzar su propia marca de piezas de cerámica elaboradas y pintadas a mano, poniéndole “Luciana Gamarra Studio”. Aquí ofrece alternativas completamente únicas e irrepetibles. Actualmente y dada la demanda en los pedidos, ofrece principalmente tazas, pero dentro de sus planes está ampliar la cartera de productos agregando jarrones, floreros, vajilla, etc, todos con un toque muy personal y artístico.
“Empecé con un concepto muy definido que era el crear piezas inspiradas en el cuerpo de la mujer. Quería hacer una analogía entre la arcilla, el material que uso para la cerámica, y el cuerpo femenino. Muchas veces en la cerámica, las piezas al salir del horno suelen tener imperfecciones y ninguna queda exactamente igual que otra, lo que hace que sean únicas y especiales. Esto es parecido al cuerpo humano, en donde cada uno es especial y perfecto como es, con características similares pero distintos al fin y al cabo.”
Al ser una persona muy visual y por haber trabajado en el rubro de la moda, su concepto fue cambiando y se inclinó a hacer piezas inspiradas en textiles en tendencia relacionadas con la iconografía precolombina peruana. Actualmente la mayoría de sus piezas se basan en ello, aprovechando la rica cultura que presenta nuestro país.
A través de sus productos, cada uno hecho a mano, Luciana quiere compartir cuánto valor e importancia le da a los objetos cotidianos que la acompañan en el día a día. Coincidentemente, ella inició este proyecto al mismo tiempo que se independizó y se mudó sola, es por eso que todos sus productos siempre han sido importantes protagonistas en su día a día.
“Yo amo tomar café y té. Estoy casi siempre con una taza en la mano y desde mi punto de vista, el tener una pieza bonita para tomar lo que prefieras, influye en el estado de ánimo porque te deja una sensación linda. Estoy segura que este pensamiento no es solo mío y que al menos, a muchas mujeres, les inspira tener una taza especial que sea su acompañante en el día a día”
Luciana les dice a todas las chicas que piensan crear algún emprendimiento que se lancen a la piscina y que dejen el miedo de lado, porque este siempre va a estar presente, sin embargo lo importante es que no se le de demasiado peso. Ella encontró lo suyo a los 30 años, demostrando además que no existe un tiempo específico para iniciar un sueño, que solo depende de las ganas de hacerlo y de disfrutar el proceso sin pensar tanto en los resultados.
“Siempre va a haber gente que le guste lo que haces, yo me moría de miedo pero no me arrepiento de nada. También siempre habrán personas que tendrán comentarios negativos que pueden afectarte. Rodéate de las personas correctas, pide ayuda, capacítate constantemente y haz lo que te apasione”. Para más información sobre las piezas de Luciana Gamarra ingresar a la web https://mailchi.mp/d8c3c49607a1/lucianagamarrastudio o al Instagram https://www.instagram.com/lucianagamarrastudio/